Argumentos
Muerte en Venecia

Primer acto


Escena I
Munich
El novelista Gustav von Aschenbach se encuentra en su estudio. Emocionalmente agotado, no puede continuar con su trabajo. Aparece un viajero, cuyo relato de las misteriosas maravillas de lugares remotos impulsa a Aschenbach a realizar un viaje hacia el sur. El escritor cree que el viaje puede ayudarle a recuperar su inspiración.
 
Escena II
En un barco, rumbo a Venecia
Entre los jóvenes viajeros se encuentra un viejo galán, maquillado para disimular su edad. Aschenbach teme que Venecia no resulte tan atractiva.
 
Escena III
El viaje hacia el Lido
Aschenbach recupera su confianza en el poder curador de Venecia, a pesar de la siniestra actitud del gondolero. Para Aschenbach, la visión de una góndola negra "es una visión de la muerte misma".
 
Escena IV
La llegada al hotel
El encargado del hotel alaba las virtudes de su establecimiento y le muestra al escritor la vista de la playa que posee su habitación. Cuando queda solo, Aschenbach reflexiona acerca de sus ambiciones artísticas y se asoma a la ventana. Se sobresalta al observar, entre los huéspedes, una familia polaca con un joven de extraordinaria belleza, llamado Tadzio. Aschenbach medita sobre la ambigua relación entre el sentido de belleza del artista y su deseo de alcanzar la pura perfección formal.
 
Escena V
En la playa
Aschenbach encuentra la atmósfera opresiva y no puede trabajar, pero sin embargo se resiste a abandonar Venecia. Tadzio llega a la playa junto a su familia y juega con otros niños, que rápidamente lo aceptan como su líder. Aschenbach reconoce un sentimiento de “calor paternal” ante una belleza que él “podría haber creado”.
 
Escena VI
Partida fallida
En el trayecto hacia el centro de Venecia, agobiante y repleta de gente, Aschenbach decide partir. De regreso al hotel, le informa al encargado su decisión, pero después de atravesar la ciudad una vez más para tomar el tren hacia Alemania, le comunican que su equipaje fue enviado a Como. Aschenbach regresa al hotel, ofuscado y a la vez feliz al ver que su partida ha sido evitada. Al ver a Tadzio en la playa, decide finalmente permanecer en Venecia.
 
Escena VII
Los juegos de Apolo
Aschenbach presencia deportes de playa en los que participa Tadzio. Durante los juegos se escucha la voz de Apolo. El escritor contempla los juegos y reconoce que el joven será su inspiración. Cuando Tadzio pasa junto a él y le sonríe, Aschenbach suspira, sin que el joven pueda oírlo, “Te amo”.
 
Segundo acto
 
Escena VIII
La barbería del hotel
Aschenbach escuchó rumores acerca de una enfermedad que causa la partida de mucha gente de Venecia. El barbero responde evasivamente a las preguntas del escritor.
 
Escena IX
La persecución
Aschenbach atraviesa la ciudad y escucha que se recomienda a los ciudadanos tomar precauciones para evitar una infección, aunque los rumores de cólera son negados. Su única preocupación es que la familia polaca no escuche los rumores. Comienza entonces a seguirlos por la ciudad hasta que finalmente regresan al hotel. Sin embargo, Aschenbach continúa sin establecer un contacto directo con Tadzio.
 
Escena X
Los actores itinerantes
Después de la cena, Aschenbach se encuentra con otros huéspedes en la terraza del hotel. Una compañía de teatro itinerante presenta una parodia de un cortejo amoroso fallido. Aschenbach acosa al líder de la compañía para que le revele la verdad acerca de la epidemia. Una vez más, las respuestas son evasivas, y la canción final del actor culmina en un siniestro ataque a los huéspedes del hotel.
 
Escena XI
La agencia de viajes
Aschenbach llega mientras un grupo de turistas busca información para partir de Venecia. En un primer momento, el empleado británico ofrece las habituales respuestas evasivas, pero finalmente le reconoce a Aschenbach que la plaga es real y le recomienda partir antes de que la ciudad sea bloqueada.
 
Escena XII
La dama de las perlas
Aschenbach ensaya cómo advertirle a la madre de Tadzio el peligro que corren en Venecia. Pero cuando la mujer ingresa al hotel, él no es capaz de hablarle. Con una mezcla de felicidad y desesperación, reconoce que lo único que le importa es su amor por Tadzio.
 
Escena XIII
El sueño
En un sueño afiebrado, Aschenbach cree escuchar un debate entre Apolo y Dionisos. Con la victoria de Dionisos, sus seguidores cantan y danzan en triunfo.
 
Escena XIV
La playa desierta
Aschenbach observa cómo Tadzio y unos pocos amigos comienzan a jugar en la playa. Pero pronto los jóvenes abandonan los juegos y se alejan corriendo.
 
Escena XV
La barbería del hotel
Aschenbach decide someterse al mismo tipo de maquillaje que mostraba el viejo galán en su llegada a Venecia.
 
Escena XVI
La última visita a Venecia
Aschenbach se muestra sumamente feliz con su nuevo aspecto, aunque ya son evidentes los primeros signos de la enfermedad. Una vez más, sigue a la familia polaca a través de la ciudad, cada vez más convencido de que Tadzio advierte sus sentimientos y los alienta. Compra algunas frutillas, pero están mustias y pasadas. Amargamente, recuerda los sentimientos acerca de su poder creativo que expresó antes de partir hacia Venecia, y repasa el intercambio platónico entre Sócrates y Fedro, que sigue el camino a través del descubrimiento sensual de la belleza hasta los abismos de la pasión.
 
Escena XVII
La partida
El encargado y el portero del hotel hablan acerca de la partida de los huéspedes. Aschenbach advierte que la familia polaca está dispuesta a partir, y el encargado asume que el propio Aschenbach los seguirá pronto. Tadzio y otros muchachos juegan en la playa, pero esta vez el juego se torna violento y Tadzio es golpeado y arrojado al suelo. El escritor lanza un grito, pero Tadzio se incorpora ileso. Aschenbach lo llama por su nombre, y cuando el joven lo saluda con un ademán, el escritor se desploma en su silla, muerto. Tadzio camina lentamente por la playa hacia el mar.

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